La "simplicité volontaire" y el goce
Hace algunos días Robert mandó un link extremadamente interesante, que se puede encontrar en el apartado de links de este blog: Simplicité volontarie et décroissance. El visionado de esta película me sugirió algunas reflexiones. Tengo que advertir que son reflexiones a contrapelo.
El núcleo de las ideas que allí se exponen consiste en una demostración razonada de lo insostenible del "crecimiento" continuo de nuestras sociedades consumistas. Una vez demostrada la insostenibilidad y los peligros de no tenerla en cuenta, los oradores parecen dar por supuesto que no hay más que considerar estos datos para empezar a corregir nuestro comportamiento.
Una de las genialidades del capitalismo "consumista" actual es que propone el "goce", la satisfacción inmediata de los deseos, como eje de la existencia. Una simple ojeada a algunos anuncios en las vallas callejeras o en la televisión lo pueden demostrar.
El goce es un elemento fundamental de cualquier existencia humana, y es inconmensurable con cualquier razonamiento. El goce ha sido secuestrado por el capitalismo consumista, de modo que todas sus vertientes, tanto íntimas como públicas, están ahora profundamente inscritas en la cultura del consumo.
El problema fundamental para la imaginación emancipatoria no es demostrar la insostenibilidad del capitalismo actual, sino proponer otros modos de goce -cuyo corolario sea la sostenibilidad. Una ética sólo razonable -en la ecología como en la economía- es triste y supone una grave limitación.
El mal gusto cultural que se puede apreciar en la película es un indicador claro de las aporías de sus planteamientos. Oír tocar Beethoven, mal, en un piano rojo delante de una catedral, ¿es la expresión de una "simplicidad voluntaria"?
La expresión "simplicidad voluntaria" tiene evidentes resonancias evangélicas y franciscanas. Pero en San Francisco, por ejemplo, la propuesta de "simplicidad voluntaria" en lo material iba acompañada de una extrema creatividad cultural: no sólo en los contenidos -elaboración de la idea de un íntimo acuerdo con la naturaleza entendida como manifestación divina- sino también en la forma -fue el autor de uno de los primeros textos en lengua italiana.
El goce es la primera imagen del bienestar. Si queremos interrumpir la cadena: bienestar-consumo-goce, tenemos que reelaborar el concepto de goce, dotándolo de formas y contenidos nuevos y emancipadores.
Claudio Zulian
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